martes, 11 de noviembre de 2008

Huracanes en dos tiempos.

Duelen los ojos de tanta destrucción, la isla está herida, campos y ciudades conservarán huellas por mucho tiempo y para los recuentos históricos de la meteorología el 2008 será un año fatídicamente memorable, tres huracanes de gran intensidad ensañados en Cuba.
Paloma fue un ave de muy mal carácter y aunque nos abandonó con poca fuerza sus plumas quedaron dispersas entre tantas casas caídas, sembrados perdidos y sueños llevados.
Para los periodistas este año ha permitido el protagonismo de la noticia y el asombro de la catástrofe, mucho se ha elogiado el quehacer bajo estas circunstancias, pero aún ante todo lo visto quiero detenerme en las imágenes ofrecidas por TV Camagüey, Oreste G Casanova fue el reportero, no oí el del camarógrafo, injusto privilegio que ciertas normas conceden a los reporteros y le regatean a ellos.
En mi criterio personal es Orestes uno de los mejores corresponsales de la televisión cubana, quedé sobrecogida por varios planos que vi primero sin editar y ya después como parte de la información, ese manófono colgando con un rojo intenso que se balanceaba frente a mis ojos recordándome que entre tanto gris caído, seguía la vida, el vigor, aún cuando las cosas no están en su lugar.
La pequeña bicicleta seguramente justa para las dimensiones de su dueño, erguida entre tantas cosas caídas, me hizo pensar que al risa de su diminuto (a) propietario le devolverá a la familia la fuerza para seguir haciendo vida.
Mucha destrucción hemos visto, realmente bastaba con poner la cámara encendida en cualquier parte para que la imagen captada fuera aterradora, las vimos de un extremo a otro de la isla, nos asustamos y agradecimos a quienes nos ofrecían detalles de cada lugar, aunque desde mi prisma sobraron presentaciones en cámara.
Esta vez la sobriedad y el respeto del equipo que reportó desde Santa Cruz del Sur, me impresionó más allá de la destrucción, pude ver a través de sus ojos y no desde ellos, puede sentirlo en mi piel y en la humedad de mis mejillas.
No conozco a ninguno de los miembros del equipo personalmente, ni mantengo vínculos con ellos, pero no sólo tuvieron la posibilidad de estar en el momento y el lugar, sino que con su talento llevaron la sensibilidad del instante a millones que estábamos pendientes de saber lo que pasó.Si alguien puede hacerles llegar mi felicitación, lo agradezco.
Se multiplican las casas caídas, los techos por poner, los campos por cultivar, crecen las estadísticas que suman pérdidas y damnificados, no hubo muertes que lamentar y eso brinda un reconfortante aliento para recomenzar.
Hoy estuve en el municipio La Palma uno de los más afectados por Gustav e Ike aquí en Pinar del Río, como dije el verde resurge, los niños de la escuela primaria ubicada en medio de la Unidad Básica de Producción Cooperativa " Los Guerrilleros" ya parecieron olvidar que su escuela fue desolada, los maestros se enorgullecen de que entre todos lograron que esa fuera la primera en recuperarse, los campos de plátano, el organopónico anuncian su vitalidad, a orillas de la carretera alrededor de los árboles caídos se fortalecen nuevos follajes.
Los esbeltos pinos desde la altura de sus copas arrullan a los tallos de las palmas que estrenan las pencas de un verde chillón, las ceibas robustas y parsimoniosas, ofrecen la hermosura perdurable y mística que preside la campiña.
El occidente se recupera y tiende ahora la mano al oriente para restañar con brevedad los daños, el mar desató una furia de más de siete décadas contenidas y pudo llevarse las misceláneas con que reconfortan el hombre su vida, pero no pudo dejar el luto que sucede a una hecatombe.
Paloma pasó, hirió, perjudicó, pero aquí no vale eso de que segundas partes no son buenas, esta segunda etapa de recuperación será mejor, gracias a las experiencias de las anteriores, ya se secaron las lágrimas de lamento y dolor, es tiempo de trabajo y a VIVIR....

5 comentarios:

Joselu dijo...

Me encanta tu espíritu positivo, ese "ya se secaron las lágrimas de lamento y dolor, es tiempo de trabajo y a VIVIR", tras tres duros huracanes que seguimos desde la distancia, pero desde la cercanía emocional. Me alegro que este último haya sido menos devastador que los dos anteriores.
En otro orden de cosas ¿Qué libros lee tu hija en la escuela? Tengo curiosidad por saberlo.
Recibe un cordial saludo, amiga.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Joselu, mi hija tiene nueve años, cursa el cuarto grado de la enseñanza primaria, los temas de lectura los trabajan a través de un libro de texto en el cual se incluyen poemas, adivinanzas, fábulas, un fragmento de alguna obra o una narración hecha expresamente para ese libro con el fin de introducir algún contenido en específico, las clases de lectura y español están muy vinculadas y es frecuente que la tarea de una dependa de la otra, especialmente para el aprendizaje de la gramática que aún está en los primeros conceptos.
Una lucha que aún no gano con ella es el tema de la lectura, a su edad era una devoradora de libros, mi mamá me llevaba al médico "porque no jugaba" y eso no era justo, sólo no me gustaba(desde aquel entonces) la actividad física.
Mi hija lee poco a pesar de que tiene un buen "banco literario" a
su alcance, mamá se ha ocupado de eso con creces, pero realmente pierdo la batalla antes las películas de animados, series infantiles y juegos, por suerte aún logro que se interese en los que nosotros autorizamos, y soy MUY estricta en cuanto a qué ve y qué no en la TV, actualmente siento uan fobia por ser una telespectadora precoz, y no quiero que eso se repita...
Lo que lee básicamente son cuentos infantiles, le gustan las narraciones de Martí y sigue los textos de dos amigos míos autores de literatura infantil, para estos tiene la motivación de conocerlos y poder interactuar con ellos...
Por el momento la menor coge cualquier libro y lo hojea mientras desde sus tres años nos recita "Los zapaticos de Rosa" o narra las historias de Güije, sin embargo no me fio pues la mayor también seguía mis lecturas y las memorizaba, ahora que puede hacerlo sola y a voluntad debo de indicarlas.
No sé por qué si desde que nació está rodeada de lectores voraces, si además le leímos y narramos historias con frecuencia, tiene tanta pereza para leer y creo que ya no es tiempo de seguir haciéndolo por ella que además debe trabajar con fuerza su ortografía y la lectura sería formidable...
espero haber satisfecho la curiosidad, sino más específica la pregunta y más detalles,
Un abrazo

Joselu dijo...

Yo tengo también una hija de nueve años. Se llama Lucía. Veo que tiene dificultades con la lectura a la que no acaba de extraerle placer. No lee apenas más que lo obligatorio de la escuela. Por las noches le leo siempre algún cuento y le encanta pasar esos momentos conmigo. Tiene buena voluntad pero ya te digo que, a diferencia de otras niñas de su clase que devoran libros, a ella le cuesta mucho. En casa somos ávidos lectores. La hermana mayor no es muy curiosa (tiene once años)y está absorbida por los programas televisivos de Disney Channel, que no le dejamos ver más que en contadas ocasiones. Lee lo justo, lo obligatorio pero poco más. Veo que la situación de nuestras hijas es semejante. Lo audiovisual les domina, y eso es igual en Cuba o en España. Gracias, amiga por tus palabras de aclaración y tus comentarios.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Joselu varias personas me dicen que exijo mucho de mi hija, incluso que soy la antítesis de los padres,pues a todos les encanta
escuchar decir a los maestros que su descendencia es brillante y realmente yo me indigno porque compruebo que desconocen sus dificultades, y cuando se les ocurre mostrarme las deficiencias de otros, como consuelo pierdo realmente la paciencia, los problemas ortográficos están muy generalizados y los trabajo a diario, con constancia y dedicación, que otros sean peores no me puede consolar, al contrario alertarme de que el cerco se cierra, fui una estudiante
indisciplinada,insolente, irreverente, pero de excelente resultados académicos en ciencias y letras, lo menos que espero de mis hijas es como mis padres fingir indiferencia ante quejas menores, porque sé que aprenden y lo hacen con gusto, no pretendo hacer de ellas un calco propio, pero cuando el talento falta (y desprovista de toda vanidad te digo que no creo sea el caso) el esfuerzo compensa y la exigencia , los hábitos y el control suplen la diferencia.
Quiero que al menos esté dotada de capacidad de análisis, porque tiene una imaginación fabulosa y redacta con niveles de complejidad muy superiores a los de sus contemporáneos, y creo que si pudiese despertarle un verdadero amor por la literatura despertaría otras potencialidades dormidas, en fin que el mundo tecnológico nos pone retos y como en esto de la paternidad no hay manuales ni métodos infalibles, cada día la miro y sólo espero que por mucho que me equivoque no llegue a privarla del único oficio que deseo para ella: una mujer feliz, mejor si es con mis estándares, pero de cualquier manera aspiro a ver los rostros de las dos iluminados por esa luz de satisfacción y plenitud peculiares en los seres satisfechos,no de sí mismos, sino por sí mismos...
otro abrazo

Joselu dijo...

Hermosos y comprometidos planteamientos, Yolanda. Veo que tienes altas expectativas sobre tu hija. Destaca en su capacidad de redacción y en su imaginación. Todos esperamos lo mejor de nuestros hijos, pero a veces es difícil que esto sea exactamente así. Mi hija mayor es muy escolar y se esfuerza mucho, pero no tiene demasiada imaginación. Eso se tiene o no se tiene. Desde pequeña la introdujimos en la lectura de cuentos imaginativos y la llevábamos al teatro, pero ahora en su preadolescencia veo que tiende a los estereotipos y a los planteamientos totalmente convencionales del mundo Disney. Amigos me han hablado de que pueden ser etapas, y que no todo se desarrolla igual que esperamos. Quizás algún día adopte planteamientos más orginales. Mi hija pequeña, que tiene los mismos años que la tuya, es imaginativa, está enamorada de las leyendas y del mundo que le rodea. Es sumamente sensible y bondadosa. También se esfuerza en la escuela todo lo que puede. De momento no puedo quejarme de su rendimiento.
Un abrazo.