martes, 26 de mayo de 2009

Crisis vs Esperanza

Después de dos semanas de ausencia, lo primero que quiero hacer es agradecer a todos los que me escribieron preocupados por la salud de mis hijas, por suerte ayer se reincorporaron una al círculo infantil y la otra al colegio, la menor aún tiene algo de tos y la mayor deberá de curarse por varios días, pero lo peor ya pasó, así que mi caos familiar está superado, y para estar a tono con los momentos que vivimos los cubanos quiero hacerlo hablando de la CRISIS…


Hasta la final del play off de pelota ha sido relegada a un segundo plano ante las declaraciones ofrecidas por funcionarios y directivos de diferentes sectores con respecto al impacto de la crisis económica mundial en Cuba, si bien es cierto que desde principios de la década del 90 del pasado siglo dijimos adiós a la bonanza que gozábamos, gracias a las beneficiosas relaciones con el campo socialista, también es cierto que a pesar de la inclemencia de la naturaleza con nuestra isla se vislumbraba un horizonte, sino luminoso al menos claro.
El anuncio de que los apagones pueden volver a insertarse en la cotidianidad, ha sido sin duda el elemento detonante, para los cubanos apagones y período Especial son una misma cosa, por asociación de ideas y aunque pecamos de un optimismo pleno, la duda gana terreno.
No hace falta desgastarse en recordar que la globalización hace que el fenómeno nos toque a todos en mayor o menor grado, que la obtención de biocombustibles a partir de alimentos y la consiguiente alza de los precios de estos en el mercado internacional vuelve la situación muy tensa para los países que deben importar grandes cantidades de ellos para mantenerse a salvo de la hambruna y Cuba se cuenta entre estos.
Aunque llevamos casi dos décadas dentro de un período de crisis algunos síntomas alentadores de recuperación en el orden económico y social pueden quedar momentáneamente en recesión o incluso tener un retroceso, más la experiencia acumulada no permitirá que caigamos en indicadores tan bajos como los del año 93, pero el paso que llevábamos cambiara de ritmo.
Los cubanos tenemos algunas certezas que podrían ser la envidia de algunos de los que padecen la crisis en otras latitudes: sabemos que no habrá desamparados, ni desempleos masivos, que aquí nadie muere de hambre, ni le falta asistencia médica o tiene que sacar a sus hijos de la escuela…
Por otra parte la crisis en Cuba se hace acompañar del bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos y las restricciones extraterritoriales que impiden un libre acceso al mercado internacional, más el lastre de las medidas emergentes que ayudaron a salir del pozo en el que caímos, como la existencia de la doble moneda.
Pero los cubanos somos expertos en paliar carencias materiales, algunas de las vividas no merecen la pena ser recordadas, los límites a los que llegó la inventiva nacional en aquellos años, no pocas veces sobrepasó lo racional y se cebó en el absurdo o el ridículo, incluso en el peligro.
Hoy contamos con sistemas y mecanismos que no existían en aquel entonces y pienso la agricultura urbana, en el fomento del turismo, en el desarrollo biotecnológico consolidado, en el apoyo de países de la región que optan por un cambio en sus políticas económicas y sociales, sin embargo es inútil intentar el engaño o minimizar el impacto.
Si algo espero de esta crisis es que al emerger de ella resolvamos de modo definitivo una serie de problemas de funcionamiento interno que vienen frenando el mejor desenvolvimiento de los proyectos nacionales en todas las esferas de la vida, que finalmente encontremos la manera justa de respaldar productividad y eficiencia con salario, con ello restaurar el valor del trabajo como fuente de riqueza individual y colectiva, dejar de crear actividades no productivas, centrarnos en la formación de obreros, técnicos, la imprescindible mano de obra calificada, pues un país subdesarrollado no puede prescindir de ellos y centrarse sólo en la formación de intelectuales.
Que dejemos de usar excusas ante lo mal hecho, de tirar culpas al suelo y las echemos sobre nuestros hombros para sentir con su carga la urgencia de corregirnos.
Espero que acabemos de encontrar la manera de pagar al campesino y estimularlo a producir a tono con la riqueza que puede generar nuestra tierra, que su hijo sienta el apego por la parcela del progenitor, que acabemos con los intermediarios, la corrupción y la flojera de los que callan ante lo mal hecho, que nos toque el alma la conciencia y el apego por lo que es de todos, que esta crisis nos cure de la desidia y la apatía, del lamento y del reclamo, que nos una con la certeza de que somos más fuertes para enfrentarla, porque estamos curtidos en la lucha, para algunos puedo ser utópica, pero abrigo la esperanza incurable de que los hombres y mujeres de este tiempo asumamos hoy nuestra responsabilidad con el futuro, para que el mañana no tengamos que dejar como testamento al solicitud de una disculpa, ante la injustificable estupidez del auotexterminio.

8 comentarios:

Joselu dijo...

Hago míos tus anhelos y esperanzas respecto a tu querida Cuba. En esta ocasión todos los ciudadanos del planeta somos conscientes y padecemos esta crisis que afecta duramente a todas las economías. Lo malo es que Cuba lleva ya veinte años viviendo instalada en esa crisis que ahora viene a ahondarse. En el caso de España llega tras años de capitalismo especulativo sin ninguna moral excepto la del enriquecimiento rápido. Ello ha producido que toda la costa española, antes tan hermosa, se
haya convertido en un muro de hormigón. Ahora estamos en un callejón sin salida. Se quiere volver a lo de antes pero ya no es posible. En necesario otro tipo de crecimiento (o decrecimiento)más razonable y menos agresivo con el medio ambiente. Pero eso significa limitar las ansias de nuevos ricos que nos habían dominado. La única ideología era la de "todo por la pasta" y cuanto más mejor. Pero más ¿para qué? Un abrazo.

Animal de Fondo dijo...

Ya puedes comprender, Yolanda, lo mucho que me gusta esta entrada. Me parece que el ejemplo de una sola persona es algo capaz de cambiar a miles. No de una persona fanática, que de alguna forma está alienada también, sino de una que es consciente de todo pero decide ir adelante, con los demás al lado.
Ayer leí en un periódico cómo han decidido resolver la crisis algunos españoles. Parece ser que hay ya no recuerdo si cientos o miles encarcelados en Marruecos. Habían pensado prosperar comprando droga en Marruecos con la idea de venderla después en España. Parece ser que detectan a muchos al intentar pasar la frontera de vuelta y los condenan a varios años de cárcel.
Aunque tal vez en una entrada de esperanza como la tuya no venga demasiado a cuento narrar esta desesperanza de otros, no me parece mal del todo que veas lo que sucede por aquí. Claro que esta gente que cito es una minoría. Pero son ejemplo de a lo que se puede llegar cuando se pone el estímulo material individual por encima de todo. No sé si podrás imaginarlo, pero esta gente sabe muy bien que los que consiguen su propósito producen a su paso una destrucción, una infelicidad desoladora. Esa droga crea miles de zombies, hasta entre adolescentes o niños. Y no sé hasta qué punto serán culpables los condenados o será más culpable la sociedad que no supo darles indicios del camino a la felicidad.
¡Me gustó la esperanza porque la hay!

Yolanda Molina Pérez dijo...

Joselu, la crisis también tiene su efecto sobre la moral y desata ansias de consumismo, especialmente como carnada rutilante, ofreciendo cosas materiales y supuesta bonanza bajo el pretexto de "libertades", tenemos la desventaja de dos décadas de crisis, que a la vez nos ofrecen la ventaja de no estar sobrecogidos por la sorpresa.
El capitalismo neoliberal ha dejado atrocidades desafortunamente diseminadas por todo el planeta, una costa allí, una zona desértica acá, un bosque talado allá, hambruna para millones de personas y desesperanza para un enorme por ciento de la población mundial, las fórmulas parecen no estar disponibles entre tantas teorías contradictorias, volver atrás lamentablemente no es una opción, se trata de rectificar sobre la base de los errores cometidos y lo justo serían conductas altruistas por parte de los gobiernos a escala global, protegiendo a la población y buscando equidades, que aún no se vislumbran, no parece que esta crisis vaya a ser efímera ni mucho menos, este año se anuncia desastroso y ese daño medioambiental se suma porque las inundaciones, períodos de sequía, pérdida de tierras fértiles y otras consecuencias del maltrato al planeta agravan las dificultades económicas y restan cuantiosas posibilidades al establecimiento de estrategias de recuperación, una vez más los pobres cargamos con la peor parte y seremos los últimos en salir a flote, los ricos se sostienen sobre estos hombros flácidos y nos limitan la posibilidad de encontrar aire en la superficie, este submarinismo económico dejará huellas difíciles de borrar, si es que alguna vez se logra hacerlo, el timbre está siendo tocado como nunca antes y aunque multitudes reaccionan, si los tomadores de decisiones a niveles locales, regionales y globales no miran hacia la base, o sienten el sismo será un juego a la gallinita ciega, dando palos a tientas para encontrar la piñata y esta parece estar más llena de talco que de premios...
Esperemos que la buena suerte nos acompañe y especialmente que aprendamos de estos errores, y el sentido común tenga un largo período de reinado.
Un abrazo.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Francisco, me encantaría decirte que el optimismo es un estado de ánimo general entre los cubanos, pero lamentablemente no es ese el caso, hay dudas y temor, temor de ese año 93 que nos ronda en la memoria como un fantasma, los que buscan salir a flote bajo cualquier circunstancia sin importarle el daño colectivo los hay en todas partes, sino ¿qué son esos cubanos que no quieren trabajar aunque haya empleos disponibles? ¿o los que son intermediarios,los dirigentes corruptos, ineptos, los ladrones de cualquier bien que en este país es propiedad social, los que optan por la prostitución o el proxenetismo e incluso la droga que no es un mal a escla similar como en el mundo pero que ya no nos resulta ajeno?
Mi entrada tiene el optimismo de una mujer que no quiere renunciar a la esperanza, que va a luchar como lo harán otros miles, millones de cubanos, porque hemos aprendido que las cosas no nos caen del cielo, pero no somos totalidad e incluso entre los que arriman el hombro los hay escépticos, deseo frenéticamnete que esta esperanza encuentre sitio donde germinar, que no me flaqueen las fuerzas, ni a mí ni a los que apostamos por ella y que tengamos la energía suficiente para llevarla a remotos rincones donde la vida parece a algunos más martirio que don, sé que contamos con tu buena voluntad.
Un abrazo.

Lola dijo...

No sabes lo que deseo que todo vaya bien en tu Cuba. Se lo que la quieres y nos haces quererla mas a nosotros.
Se que estais mal, aqui tambien y mientras no cambie nuestro sistema de vida, dinero y mas dinero y ricos mas ricos y pobres mas pobres, no arreglaremos nada, todo seran parches.
Animo y suerte. Besos Lola

Al Godar dijo...

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Saludos,
Al Godar

Maria Jose dijo...

Un abrazo amiga, siempre te llevo en mi corazón.

María José

Angel Collado Ruíz dijo...

La felicito , su blog es hermoso y agradable por ende a la vista, retrata usted la realidad de nuestra patria con la parte que necesito para poder desde mi lugar de residencia visualisar todo el panorama y junto a los blogs de Generación Y y sin Evasión poder tener una idea balanceada de nuestra realidad. Gracias paisana por sus respetados puntos de vista, un saludo afectuoso, angel collado