martes, 15 de marzo de 2011

De máquinas y esperanzas.


Hoy hablaba con mi esposo en casa sobre mis recuerdos en el inicio de la vida laboral, en 1995 cuando me gradué y llegué a la redacción informativa de Tele Cristal (televisión local de Holguín) no había computadoras, redactábamos los boletines en máquinas de escribir, en original y cuatro copias, por pedido de los directores los guiones los elaborábamos en pequeños cuadrados de papel que armábamos sobre una mesa redonda de formica azul que reinaba en medio de aquel salón, montábamos de a poco los distintos trabajos y luego ensamblábamos el "muñeco".
Métodos tan artesanales 15 años después casi que nos parecen imposibles y así hacíamos un informativo de 27 minutos diario, no puedo precisar la fecha exacta pero las primeras computadoras llegaron en el año 1998 o 99 y no fueron para la Redacción Informativa, sino de Programación donde se realizaban la mayoría de los guiones y muchas veces se precisaban más copias, puedo recordar las primeras veces que trabajé en una PC, nunca pasé curso de adiestramiento así que aprendí por el viejo método de ensayo y error, no deja de asombrarme la "nobleza" de aquella máquina que nunca me insultó ni sacó de alguna parte una mano para abofetearme por mis torpes manejos.
En pocos años proliferaron los ordenadores en las oficinas, llegamos a la era de la Tv digital y los cassettes Umatic y su tecnología fueron sólo cosa de la memoria, teníamos un sitio web y aunque no sabíamos ni la mitad de lo necesario para insertarnos de manera eficiente escribíamos para él y nos ufanábamos de su tenencia, existía la conexión a internet pero era como un mundo paralelo, no había el desafuero por el acceso, aunque algunos siempre merodeaban hasta el cansancio buscando espacio por esa ventana que todavía no sabíamos con exactitud hacia dónde nos dejaba ver, es más, puedo asegurar sin temor a equivocarme que la mayoría buscaban más la facilidad y "novedoso" del correo electrónico que otras exploraciones.
Suelo decir que si el huracán Mitch no tocó tierra cubana, fue quizás el que mayor impacto causó en nuestro país, ante la desolación que dejó en Centroamérica salieron nuestros contingentes de solidaridad y fueron cientos, miles de personas tocando, viendo, trasmitiendo y tratando de importar un mundo de tecnología que nos era ajena hasta por referencias.
De finales del 98, principios del 99 hasta la fecha Cuba se acercó a los estándares de modos y modas que corrían por el planeta y hasta ese entonces casi que ni nos tocaban salvo muy raras excepciones.
Dejaron de ser las computadoras "equipos asombrosos" y pasaron de la cotidianidad laboral al entorno doméstico, la misma creciente necesidad de comunicación por la permanencia en el extranjero multiplicó la presencia de intraredes que facilitan un correo electrónico y acceso a sitios de interés profesional para especialistas de distintas ramas, se mutiplicó la presencia de Internet en los centros de trabajo y apertura de conexiones a domicilio aunque muy por debajo de la demanda, no puedo decir cuántas personas en Cuba gozan de esta facilidad, ni estoy en condiciones de ofrecer más referencias que las leídas en informaciones oficiales sobre las limitaciones para amplificar el servicio, pero el asunto es que el cubano de hoy se entera de todo y lo sabe todo, aún cuando la red le sea ajena.
Nadie se puede imaginar la cantidad de veces que me entero por personas que nada tienen que ver con este mundo sobre polémicas surgidas en la red, informaciones sobre temas que no repiten nuestros noticiarios ni medios oficiales, y la gente los domina al dedillo y es fácil comprobarlo.
Pasan de una mano a otra impresos, en formato digital, programas recién estrenados en el mundo, filmes aún en carteleras de estreno, en fin toda una gama de información que es ajena a la difusión nacional.
De dónde sale y cómo llega no lo sé, cualquier teoría sería especulación y no me gusta sustentarme en ella, pero lo cierto es que el cubano ha encontrado la manera de articular otra mirada al margen de los medios nacionales ya sea radio, televisión o prensa escrita, incluso sobre el matiz con qué se abordan fuera hechos acaecidos aquí.
Como periodista no deja de incomodarme que quedemos relegados por políticas informativas que a la larga sólo logran el lamentable efecto de minimizar nuestra credibilidad y no es cómo muchos piensan que tenemos una férrea censura, hay mucho de comodidad y limitaciones objetivas por el alcance de distintos medios, por ejemplo qué pinto en un semanario provincial de apenas ocho páginas dedicando espacio a algo que no sea de interés regional, es obvio que no tiene razón de ser.
Como tampoco lo tiene que repliquemos cada calumnia levantada contra nosotros, defiendo el derecho de cada quien a opinar y hacerlo con entera libertad desde su punto de vista y entendimiento, lo que no comparto es el deseo agresivo de otros de suponer que no pensar como ellos me hace estúpida o sólo un títere que repite palabras ajenas.
Internet está ahí tengamos o no acceso a ella los cubanos somos titulares frecuentes y uno de los temas más encendidos en cuánto a controversias se refiere, en lo particular espero que pronto sea factible que todo el que la quiera pueda tenerla a fin de cuentas las esperanzas que ahora se ponen en la red ya estuvieron puestas antes en otros recursos y hechos, hace apenas cinco años un teléfono celular parecía un objeto inalcanzable y hoy hasta los adolescentes lo llevan a las escuelas.
Lo que si parece va siendo tiempo de ajustarnos y desde nuestra lamentable posición de subdesarrollados no seguir llegando tarde al mundo, llegar con la dimensión de nuestras posibilidades pero en el momento oportuno, a fin de cuentas con tantas expectativas podría haber muchos frustrados.
Revolución no significa atraso ni estancamiento, al contrario y estamos en una era digitalizada y globalizada donde la red, es sólo otra raya para el tigre, y entre tanta hojarasca y cosa inútil, la instrucción permitirá a los que gocen de lucidez encontrar los mejores usos para tanta información, en lo personal me agobia y cada vez con mayor frecuencia.

2 comentarios:

Monica dijo...

Como va cambiando la vida. Internet si que lo ha revolucionado todo, unas veces para bien y otras....

Un beso de Lola
Aunque ponga Mónic, mi hija, soy yo, Lola.

alberto buitron dijo...

Muy interesante tema, que origina mas preguntas que respuestas. Saludos desde la cuidad de méxico; donde algunas de las locutoras de radio en estaciones locales en la cuidad, presumen de tener hasta 54,000 contactos en las redes sociales como facebook. Sin embargo eso culturalmente significa nada, socialmente menos aún y tecnológicamente casi nada.