viernes, 2 de mayo de 2008

Memorias de una Romera

Al escribir estas líneas no sé si mis recuerdos seguirán siendo compatibles con la realidad de lo que sucede en Holguín en medio de las Romerías de Mayo, pues hace cinco años que no asisto a las mismas, sin embargo no dejo de seguir el volumen de informaciones que generan cada año y de extrañarlas, lo curioso es que muchas veces me sentí aplastada por ellas.
La noche del dos de mayo en el Bosque de los Héroes una de las áreas de la Plaza de la Revolución Calixto García, comienza cerca de la medianoche el recital de los poetas, generalmente escritores jóvenes son los que comparten sus versos con el auditorio, hasta allí se llega en coches tirados por caballos, después de una gala en el centro de la ciudad que abarca manifestaciones artísticas nacionales y de varias de las delegaciones culturales que visitan la ciudad con motivo de la celebración.



Las Romerías surgieron al abrigo de la Asociación Hermanos Saíz, cuando Alexis Triana actualmente Director Provincial de Cultura, presidía la organización, parten del rescate de una tradición de origen católico que es la Romería de la Cruz, que se celebraba cada tres de mayo en las faldas del cerro más elevado que rodea la ciudad, y que tiene en su cima una cruz, que ha devenido con el pasar de los años en símbolo de la ciudad de Holguín, desde allí se divisa la ciudad, en su esplendor simétrico de calles trazadas desde la perfección de la rectitud.
A principios de los años 90, cuando a los cubanos se nos iba el tiempo en sobrevivir en el día a día en medio del Período Especial, surgió esta idea, que muchos tildaron de locura, no era la primera vez que Alexis era calificado como demente, pero este hombre pequeño, periodista de profesión, si algo sabe hacer es involucrar a otros para dar cuerpo a sus ideas.
Y así las Romerías de Mayo surgieron, y fueron sumando jóvenes y menos jóvenes, de proyecto pasó a realidad, de ser capital del arte joven en Cuba, a ser un evento internacional.
Pero es ante todo un fenómeno popular, si no ¿cómo una multitud milenaria sigue y carga sobre sus hombros al hacha aborigen que asciende cada tres de mayo los más de 400 escalones de la Loma de la Cruz, para ser izada allí hasta el día de la clausura?.



En el desfile inaugural las calles se llenan de pueblo que peregrina junto a un símbolo de las culturas aborígenes, para llevarla hasta un icono que llegó como fruto de la dominación española, pero antes hay un alto frente a La Periquera, Museo Provincial de Historia y en la calle un espectáculo cultural abarcador de nuestras esencias y creaciones. Allí vi una vez en medio de un apagón a Lizt Alfonso marcarle con palmadas el ritmo a sus bailarinas para concluir la presentación.
Pero el desfile es mucho más, son trajes típicos, son muñecones, son montadores de zancos , son dragones chinos, el desfile es un mosaico cultural que empieza a hacerle justicia al lema central del evento: “No hay hoy sin ayer”.
Durante los días de Romerías se suceden eventos teóricos, inauguraciones de exposiciones de artes plásticas, conciertos, bailables, espectáculos, el arte se extiende por la ciudad hasta las comunidades, el ambiente festivo traspasa el marco de las instituciones culturales para apropiarse de las calles, de los parques, de la gente, que aún sin proponérselo, terminan siendo público y testigo del jolgorio.



El día ocho cuando culmina la Romería, el hacha se baja de la cruz y se traslada hacia el otro extremo de la ciudad, esta vez se iza en el lateral de un edificio de 18 plantas, el más alto en Holguín, como cierre de algo nacido desde las raíces hasta la modernidad y se planta el árbol típico de alguna de las naciones que concurrieron a la cita, así ha ido formándose y continúa haciéndolo El Bosque de la Amistad.
Esa es la esencia de las Romerías de Mayo, lo terrible es que cuando año a año las tenía ahí como periodista me quejaba de los eventos que no empezaban en horario, de que si el desfile se atrasó y el penitente sol del mediodía me castigaba en el ascenso, si la orquesta escogida para el bailable en la Loma de la Cruz, no fue la más acertada o los músicos no estuvieron listos en el momento adecuado, si las delegaciones visitantes no contaban con la calidad requerida para un evento de tal envergadura, no pocas veces fui incisiva y cruda al criticarlos, ( aclaro nunca obré de mala fe), pero siento ganas de volver a estar con Alexis en medio de un programa de debate del televisión local, mi entrañable Tele Cristal, mi primer centro de trabajo y volver a proponerle que en vez de Romerías, lo llamemos troperías, o que cambiemos el nombre del puesto de mando por puesto de desmando, pero nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, en cinco años que vivo en Pinar del Río, nunca he sido testigo de algo similar, ¡cómo me gustaría poder cuestionar la organización de algo así que fuera capaz de involucrar a esta ciudad dormida!.
Nostalgia, nostalgia, ojalá y llegue a tiempo para 24 horas de Romerías….

1 comentario:

Animal de Fondo dijo...

Ay, Yolanda, qué bien me viene leerte, porque cada vez me doy más cuenta de lo que nos parecemos en algunas cosas. Me parecía estar viéndome a mí mismo, y con la misma buena intención que tú, pero perfeccionista como tú y además muchas veces "incisivo y crudo" también. Qué le vamos a hacer, tenemos defectos, por mucho que nos fastidie. Y me dice mi hijo de seis años, que está intentando dormirse junto a mí, que por qué me estoy riendo yo solo. Ya tú sabes por qué.
El viaje debe estar a punto. ¡Que llegue ese correo!