martes, 1 de septiembre de 2009

Septiembre, septiembre


Primero de septiembre, inicio del curso escolar, ¡qué maravilla!, ¿qué haríamos las madres sin esas instituciones docentes? Y cuando pasen unos días empezaré a preocuparme por calidad de la educación u otros detalles, pero hoy por hoy, sólo quiero un poco de paz hogareña, esa que se esfuma cuando dos infantes entre las que median seis años de diferencia, permanecen 24 x 24 bajo el mismo techo...
Compadezco y comprendo a mi mamá, pues es la misma diferencia entre mi hermana y yo y también encuentro esperanzas en esa similitud para pensar que algún día llegará la armonía, cuando las escuchamos reír y jugar un rato mi esposo y yo sólo nos preguntamos ¿cuánto durará?...
Por fortuna tienen sus ratos y hasta sus días buenos, hoy fue uno de ellos, realmente ninguna de las dos inició el curso, la mayor está convaleciente de una dolencia menor (un uñero ¡ay, qué mal suena!)y la menor estaba de onomástico, cuatro años ya que ese divino diablillo puso nuestras vidas patas arriba (y no paree tener intención de ordenarlas), así que mañana empieza el curso en nuestra casa y mamá a tomarse en serio el trabajo.
Septiembre siempre trae aires renovadores, no sé si tendrá que ver justamente con el marcado vínculo escolar o sí es solamente un ciclo más, me gusta este mes que espero llegue menos caluroso que sus predecesores.
¿Verdad que está divina?

3 comentarios:

Joselu dijo...

Sí, está divina a sus cuatro años. De la mayor también había visto una foto hace algunos posts. La mayor parte de los padres esperan como agua de mayo el comienzo del curso que en el caso de Cuba, es el uno de septiembre. En Cataluña, la región autónoma donde trabajo, comenzamos en catorce. Estos días son de preparación del curso, reuniones, coordinaciones, puestas en común. Todos volvimos ayer y nos saludamos cordialmente, prestos a iniciar un nuevo ciclo que esperamos tan apasionante (y duro, también) como el de otros años. Espero que el uñero de tu hija mayor se solucione, aunque no sé muy bien qué es eso del uñero. Suena a uña, pero no lo tengo muy claro. Por aquí también hace mucho calor, así que no quiero pensar el que hace o puede hacer en Cuba. El día que empiecen las clases, espero que las temperaturas se hayan suavizado. Suerte con el curso y felicidades por esas hijas tan hermosas y divinas que tienes. Un cordial saludo.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Joselu por ser hija de maestros los inicios de los cursos escolares se insertan no sólo en mis recuerdos estudiantiles, sino en los familiares, ahora sumo los de madre y son insuperables, bromas aparte hechas en el post, ese primer día de clases cuando se inician, o los momentos en que les ponen su pañoleta cuando ingresan a la organización de Pioneros, cuando hacen el festival de la lectura o de la escritura y los ves leer y escribir en público, sin duda son instantes memorables…
La preparación del curso acá empieza al acabar el anterior, recuerdo ese período en mi infancia como algo muy especial pues mi padre y mi madre pasaban esos días en un centro un poco lejos de casa, una tía paterna que vivía en Puerto Padre, un pueblo costero maravilloso, y que también era maestra pasaba el dichoso “Intensivo” en una escuela muy cercana a su casa y mi hermana y yo solíamos irnos para allá, donde éramos reinas en temporada, entre primos varones y tíos deseosos de complacernos…
Los maestros acá se incorporan la última semana de agosto y el primero empieza el festín que realmente es un movimiento social, pues trasciende el marco familiar los preparativos del ajuar escolar, los distintos uniformes en horas tempranas con las mochilas a la espalda ye l ajetreo cotidiano que le confiere mayor vida a la ciudad, o al campo que en cualquier lugar el inicio del curso imprime aliento local.
Llevas razón con lo de mi hija mayor es una lesión en un borde de una uña, que por alguna razón se complica y exige tratamiento con antibióticos, ya pasó lo peor, porque es doloroso, pero hasta el lunes la maestra y yo pactamos el inicio, hoy recogí sus libros y cuadernos y comencé a forrarlos y prepararlos así no se siente al margen de lo que se sucede.
Deseo que esos buenos ánimos con que has llegado a este curso lleno de ilusión perduren por los próximos 10 meses, leerte siempre me desata la añoranza de más profesores como tú, un abrazo.

Lola dijo...

Que monísima es! Besos Lola