lunes, 7 de septiembre de 2009

¿Tengo Varadero? Vamos a ver...

Cuando me veo y toco
yo, Juan sin Nada no más ayer,
y hoy Juan con Todo,
y hoy con todo,
vuelvo los ojos, miro,
me veo y toco
y me pregunto cómo ha podido ser.


A inicios de la década del 90 del pasado siglo los cubanos fuimos sacudidos por la crisis derivada de la caída del campo socialista en Europa del Este, el impacto a nivel social se hizo sentir en apenas unos pocos meses, un país que se ufanaba de haber erradicado la prostitución y el proxenetismo los veía renacer en generaciones que solo conocían estos “oficios” por referencias históricas, para colmo se conocía en el mundo a las prostitutas cubanas como las más baratas.
Pero en ese afán nuestro por disimular las cosas feas, no las puteábamos, sino que las protegimos bajo el eufemismo de jineteras, el fenómeno ganó un auge impensado y ponerle coto derivó un conjunto de medidas, que amén de cuestionamientos eran comprensibles en ese momento, se limitaba la entrada de cubanos a las instalaciones turísticas frecuentadas por extranjeros.

Nos abríamos al turismo internacional después de tres décadas de aislamiento, el país estaba urgido de recaudar divisas y no se podía crear una infraestructura hotelera que no fuera la ya existente, en aquel entonces los cubanos estábamos excluidos del uso de estas instalaciones también por razones económicas, la tenencia de divisas constituía un delito, la vida, más rica que cualquier ley, demostró la necesidad de su despenalización y así en 1993 por obra y gracia del Decreto Ley 140, los cubanos pudimos contar los USD sin el susto de la prohibición, la autorización de entradas de remesas y de visitas para los exiliados completaban el panorama con el cual se acababa de borrar del paisaje nacional los últimos visos de igualitarismo.

Tengo, vamos a ver,
tengo el gusto de andar por mi país,
dueño de cuanto hay en él,
mirando bien de cerca lo que antes
no tuve ni podía tener.


Aún con la libre circulación de divisas seguimos siendo exceptuados de las instalaciones hoteleras, y hace poco (muy poco) se levantó esta restricción que si bien no es accesible para un por ciento considerable de la población al menos deja la posibilidad y levanta la exclusión.

Los precios no son cosa de juego, no para la economía doméstica promedio que los ve como si siguieran estando vedados, este verano entre las ofertas hechas por empresas del turismo se encuentran paquetes con la modalidad de todo incluido, que abrieron las puertas a un número de instalaciones y polos impensados hace sólo unos meses, entre estos, al menos para los pinareños se encuentra Varadero.
Tuvimos la suerte de contarnos entre quienes pudimos pagar una de las ofertas y disfrutar de cuatro días y tres noches en Villa Tortuga, el nivel de expectativas era muy alto y no salimos satisfechos, 2 adultos y cuatro menores nos costó la nada módica cifra de 358 CUC (la moneda nacional equivalente a la divisa), al viajar con niños se impone al menos la tenencia de una reserva como protección para cualquier accidente o imprevisto, (que salir de la instalación y hacer gasto fuera de ella nunca estuvo en pronóstico, por lo costoso que sería), en fin que esas breves vacaciones nos costaron poco más de 10 mil pesos en CUP (la moneda nacional tradicional).
Con semejante inversión lo menos que usted espera es quedar muy, pero muy complacido, pero no fue así las ofertas en el restaurant buffet: exiguas, inconstantes; negligente el servicio, le pregunté a una camarera si es que estaban por encima de su capacidad habitual, porque sino ¿cómo explicar que hubiese que aguardar por el abastecimiento de platos fuertes, por la disponibilidad de utensilios como platos y cubiertos?

En los bares las meriendas pobres en ofertas y pésimas en calidad, el cuestionamiento de los bármanes por lo que consumías, en mi caso personal la primera noche fue muy desagradable cuando traté de llenar el termo de la habitación con leche para mi hija menor que suele tomar en el horario de la madrugada, ¿puede alguien querer acaparar leche en una habitación sin nevera?, reclamar tus derechos de cliente no es precisamente el programa de unas vacaciones.
En más de una ocasión escuché al personal de servicio hablar de la “falta de cultura” que tenemos los cubanos para estas ofertas, es cierto que hay quienes abusan de la barra abierta y sustraen bebidas alcohólicas que rellenan en recipientes en sus habitaciones, otros sólo tenemos un buen beber y deseamos satisfacerlo mientras estamos de descanso, máxime cuando pagamos para ello.
Y si es muy probable que estemos carentes de “cultura hotelera”, pero hay ya varias generaciones que crecieron o nacieron al amparo de una prohibición para estar en ellos ¿se le pueden pedir peras al olmo?
Pero realmente lo que más me desagradó fue apreciar la falta de respeto y consideración hacia el cliente nacional, un menosprecio por los intereses y gustos de quienes somos sus coterráneos , el único cóctel que tomé con un poco de dignidad lo conseguí gracias a que le expliqué al barman que sabía como se hacía, hice otros intentos y pusieron sobre la barra una mezcla colorida y dudosa servida en vasos desechables, ofensiva ya no para quien se precie de poseer una “cultura alcohólica”, sino para cualquier hombre o mujer que disfrute de la presentación mínima que requiere un buen trago.

El aseo de las habitaciones y la climatización tampoco fue lo que esperábamos, el TV sin control remoto, pero aún así Varadero sigue siendo Varadero y cuando hay ese mar por delante los pequeños olvidan todo y los mayores ajustamos nuestras expectativas.
Fuimos testigos de mayor afabilidad y atención por directivos y funcionarios que por los trabajadores, la carencia de propinas, parece que desestimula su profesionalidad porque no dudo de que esto no es lo que distingue a Varadero como destino turístico.
Quiero significar que esto no es un trabajo periodístico, es una opinión de un cliente, o mejor de algunos de ellos, hay otros que han regresado muy satisfechos de otros hoteles según me consta, pero no dediqué mi breve estancia en ese balneario que llevaba más de una década sin visitar, a confrontar criterio o buscar información.

Tengo, vamos a ver,
que siendo un negro
nadie me puede detener
a la puerta de un dancing o de un bar.
O bien en la carpeta de un hotel
gritarme que no hay pieza,
una mínima pieza y no una pieza colosal,
una pequeña pieza donde yo pueda descansar.


Al final me quedo con la duda de si realmente tengo o no tengo Varadero, porque aunque lo pague, no recibo el servicio que espero, los cubanos tenemos fama de hospitalarios, pero cuidado con los que se vuelven serviles.
Y he usado este poema de Nicolás Guillén en este trabajo con todo el respeto que siente este pueblo por las conquistas de 50 años de Revolución, más de un chiste se hizo a costa de estos populares versos en esta isla, las cosas que perdimos se irán recuperando de a poco, pero se necesitan como certezas y no sólo como espejismos.

15 comentarios:

Animal de Fondo dijo...

Querida Yolanda, me has despertado muchos recuerdos con tu post. Y si lo pienso un poco, no son de los agradables, porque nunca lo pude pasar bien en Varadero, al que fui en mis dos primeros viajes a la Isla y un par de veces más, ya mucho más tarde. Baste decir que me parece que tu experiencia ha sido lo normal allí, no solamente para los cubanos, sino también para los turistas. En mi experiencia, las cadenas con capital y dirección cubana funcionaban irremediablemente mal allí; en los complejos hoteleros de dirección y capital españoles la cosa estaba un poco mejor o bastante mejor, depende del hotel. La verdad es que el mejor trato que tuve en los hoteles que conocí por toda Cuba fue en general en los que no solían alojarse turistas, que en mi época estaban casi totalmente ocupados por bodas y estímulos. En lo que sí estoy contigo es en que la playa es tremenda de buena, pero también hay otros muchos lugares magníficos para bañarse.
Yo también he pensado muchas veces en el poema de Nicolás Guillén y es un problema dificil de abordar. Hubo un momento en que Varadero se convirtió en una especie de Sodoma y Gomorra y había que hacer algo más que mandar gente para el "cruce de los amarillos", en la autopista.
De todas formas siempre hubo un truco para visitar Varadero, que era comprar la reserva en una agencia de viajes extranjera, en La Habana. Si se indicaba que el paquete estaba comprado allá, en el extranjero, no había problema, pues no había forma de anular una estancia pagada, supuestamente, en España.
Por tu entrada veo que las cosas no han cambiado mucho en cuanto a la calidad de los servicios.
Y siempre pensé, aludiendo otra vez al poema de Guillén, que la verdadera solución estaba en que cada cubano pudiera comprender la verdad interior de los turiastas; que se pudieran desmontar las mentiras y falsedades que crean un halo alrededor de los turistas comunes, que son en realidad muchas veces pobre gente que se da importancia como puede, haciendo un gran daño a la juventud. Pero eso es muy difícil de conseguir, habría que mandar para acá a una persona de cada cuadra para que al volver contara sinceramente lo que ha visto.
Un abrazo.

Cris dijo...

Conocí hoy este blog y me interesó mucho, todavía tengo mucho por leer, cariños Yolanda

Joselu dijo...

Poco puedo aportar salvo leer con interés este artículo. Uno de mis sueños es visitar Cuba, pero no me gustaría hacerlo como turista y meterme en los grandes complejos hoteleros de la isla sino ir por mi cuenta, alojándome en pensiones u hoteles para cubanos, comer en las casas de comidas para cubanos... No sé si este tipo de viaje es posible. Desde luego si uno va con familia no responde a ninguna lógica. No sé si iría a Varadero, pero sí que tengo la ilusión de ir a Santiago. Es lo que más ganas tengo de conocer. Creo que a Lorca también le fascinó esta ciudad, más que La Habana. Espero que los acontecimientos de los próximos años sean propicios para Cuba. Ayer durante la cena me puse canciones de Gloria Estefan. Había leído unas declaraciones de ella en que decía que si cantaba en Cuba podría haber violencia. No lo entendí; es difícil de entender por qué no podrían cantar en un festival juntos Silvio Rodríguez y Gloria Estefan (entre otros, claro). Entiéndase que digo esto siendo completamente ignorante de todo lo que implica mi propuesta pero pienso que sería un hermoso amanecer para Cuba. Un cordial saludo.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Me ha dado un poco de pereza contestar a los comentarios dejados en este post, las razones no vienen la caso, por eso ofrezco disculpas por la tardanza, pero aquí voy...

Francisco: realmente no creía que tuvieses recuerdos ni siquiera "menos agradables" de Cuba, con esa evocación tan idílica que siempre haces de nosotros, lamento haberlos despertado, pero más aún siento que lo que me pareció algo temporal, constituya un sello distintivo de Varadero, mis últimas visitas, diez años atrás, fueron a instalaciones de un sector que las destinaba a vacaciones de sus trabajadores y realmente la imagen que conservaba era otra, un excelente servicio, confort y ahora fue un golpetazo de los peores, porque si se abren las puertas a los turistas nacionales es justo que recibamos una atención acorde al costo que es bastante elevado.
En cuanto a la visión de los cubanos del mundo exterior otras veces también has hecho alusión al tema, soy de las que he vivido 35 años sin salir de la isla, nuestra percepción pasa por la mirada de otros, y cada quien ofrece un prisma de acuerdo a sus intenciones, a la ventana que abrió y a sus vivencias personales, para algunos está el deslumbramiento para otros el ajuste de sus esperanzas, pero lo que más persiste es la ilusión.
Un abrazo.

Raúl: Gracias por el reconocimiento a mi trabajo y por la invitación.Saludos.

Chris: Bienvenida, especialmente porque me incluyo entre las que siempre quiero más, saludos.

Joselu: La verdadera manera de conocer Cuba es la que imaginas, pero creo que el mejor asesor para el tema lo tienes la alcance de la mano ¿qué dice Francisco?. Yo me brindo para lo que pudiese hacer falta.
Santiago de Cuba es una ciudad a la que me unen recuerdos contradictorios, en ella fui bastante feliz y a la vez pasé momentos muy duros, para ser franca creo que la cordialidad y hospitalidad de los santiagueros ha sido superada por la vulgaridad y de antemano me disculpo con aquellos que resulten ofendidos por este criterio, pero viví allí desde el año 90 hasta el 95 mientras estudiaba en la universidad y es una ciudad hermosa, en ese entonces tan afectada como el resto de la isla por los años duros del Período Especial, amigos que han estado por allá hace poco dicen que cambia y para bien, así que tal vez quedes tan prendado de ella como Lorca, Dulce María Loynaz hizo referencia varias veces a ese amor de Lorca por Santiago.
En cuanto al diálogo y el entendimiento, Cuba está en medio de un diferendo político y cada cosa que sale de esta isla tiene un matiz político que de acuerdo a intenciones se trastoca y no me lavo las manos que nosotros también tenemos el síndrome del enemigo y la muralla espiritual y mental, no ficticia ni creada sobre mentiras, pero si va resultando ineficaz e inútil en un tiempo donde las fronteras son el plato preferido de la globalización, todos esperamos por ese hermoso amanecer en que haya entendimiento, siempre y cuando este se establezca sobre la base del respeto y no de condicionamientos, un abrazo.

Animal de Fondo dijo...

Ay, Yolanda, tengo recuerdos de todo tipo. El resultado final fue la admiración global que siento, pero para eso Cuba tuvo que transformarme primero y mucho. Baste decir que en mi primer día en la Isla lloré un montón, y a moco tendido y en público, no lo pude resistir. He hecho mis borradores para contarlo algunas veces, pero creo que nunca me decidí. Al final comprendí, que es lo que importa, que tal vez no fuera razonable mi llanto de aquél día, que era mi idealizada y pequeño burguesa escala de valores lo que había que cambiar y que, además, por encima de los aparentes y a veces desesperantes defectos, había unos logros mucho más importantes, que estaban bien insertados en las raíces de la gente.
Lo que me dices en tu comentario, acerca de tu viaje diez años atrás, coincide con mi apreciación. En las instalaciones para cubanos había una cortesía, una comprensión y un buen hacer estupendos. Pensé alguna vez que cuando los trabajadores se incorporan a instalaciones en divisa no consiguen hacerse una idea del valor real del dinero y se figuran imaginariamente que un dólar equivale realmente a un peso y que una propina de cinco dólares realmente no cuesta trabajo darla ni ganarla. Tuve una "nodriza" en mi infancia que lo decía muy gráficamente: "En tal sitio se creen que aquí amarramos los perros con longaniza".

Animal de Fondo dijo...

No había querido abusar de tu hospitalidad dirigiéndome a Joselu antes de que le contestaras. Hace ya muchos años que no viajo a Cuba, casi los que llevo casado, once; mi mujer es cubana y es una de las bases de mi aprendizaje de cada día y de mi admiración. Hace años nos visitó mi suegro, que es revolucionario. No sabes, Joselu, cómo se tiraba de los pelos a cada rato, interpretando a cada momento las sutiles intenciones de lo que condiciona nuestra vida de cada día, aquí. Se daba cuenta, y nos mostraba, de multitud de hechos que a nosotros nos parecen intrascendentes y sin significado, porque estamos acostumbrados a vivirlos, haciéndonos ver la tergiversación de todos los valores entre la que vivimos. Se quedó unos meses por cariño a nosotros, pero estaba deseando siempre volver a Cuba, diciendo que él también había podido conocer al monstruo en sus entrañas.
Digo esto, Joselu, porque es muy difícil conocer Cuba como quisieras; el problema está en la misma Cuba y además en nuestra mirada, por muy buenas intenciones que tengamos. En cualquier caso, yo te animo a que vayas, será una experiencia que vale la pena vivir. No veo ningún problema en que la familia te acompañe fuera de los hoteles de turismo. Hoteles para cubanos no sé si quedarán. En las casas donde se alquilan habitaciones tampoco estás tan fuera del circuito turístico como te puede parecer, pero claro está que ofrecen más posibilidades que los grandes hoteles. Si consiguieras ponerte en contacto con "la Cuba del cincel y de la maza" tendrías mucho ganado, pero piensa si algún turista que desembarca en Barcelona en un crucero tiene alguna posibilidad de conocerte a ti, aunque se quede allí muchos días. Seguramente lo que más conocerá será a los camareros, tal vez, no a los profesores de bachillerato, que, entre otras cosas, no andan por la calle desocupados. De Santiago, guardo un buen recuerdo de la Casa de la Trova, aunque es una ciudad que no conozco a fondo. Tal vez un buen viaje sería ubicarse en un pequeño pueblecito cualquiera, alejado de todos los caminos; no sé si existe ya.
Prefiero a Silvio antes que a Gloria Estefan, Joselu. Gloria me parece un producto de márketing y Silvio simplemente un "pesao" :-), como dicen en Cuba. Escuchando las canciones de Silvio, los extranjeros podemos aprender mucho; los cubanos ya saben lo que él dice; nosotros, no; por eso tal vez Silvio tiene más adoradores fuera de la isla que dentro. Tampoco Silvio es fácil de entender, pero dudo mucho que pudiera cantar en Miami. Creo que en más de una ocasión no ha tenido ni visado para cantar en otros lugares. En internet se encuentra fácil la letra de "El Necio":

Para no hacer de mi ícono pedazos,
para salvarme entre únicos e impares,
para cederme un lugar en su Parnaso,
para darme un rinconcito en sus altares.
me vienen a convidar a arrepentirme,
me vienen a convidar a que no pierda,
mi vienen a convidar a indefinirme,
me vienen a convidar a tanta mierda.

Yo no se lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino.
Yo me muero como viví.

Abrazos a los dos.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Francisco: leo tus comentarios y no puedo ocultar mi sorpresa ante la tardía confesión de que tu esposa es cubana, mi esposo y yo coincidimos en que eso "nos explica" muchas cosas...
Me encantaría conocer esos relatos y leerlos con perspectiva de una aldeana menos resentida o a la defensiva...
No me sorprende alguien con buenos recuerdos de la casa de la Trova las descargas en ese sitio pueden ser memorables.
Animal, no me extendí en la aclaración de preferencia por Silvio, porque no creo que Joselu estuviese comparando productos artísticos, sino la necesidad de un espacio común en el que juntar el manoseado dentro y fuera de la isla, Silvio es un ídolo que une generaciones, sigue siendo un contestatario al que no le importa la complacencia ajena y eso atrae a al juventud que si encuentra un buen poeta y por demás es rebelde, no hace esperar su aprobación, creo que alguna vez ya hablé de que al tener que realizar un documental por el inicio del nuevo siglo, Silvio ofrecía la música, siempre hay un tema que se ajusta, su obra es vida, crónica pero sobre todo belleza y tiene el talento reservado a unos pocos de poder expresar ideas que al escucharlas, sólo podemos pensar en la dicha de encontrar la manera exacta de expresar lo que pensamos.
Escoger un fragmento de una canción de Silvio es tarea compleja, pero sigue siendo una de mis favoritas...

El problema.

El problema no es
si te buscas o no más problemas
El problema no es
ser capaz de volver a empezar
El problema no es
vivir demostrando
a uno que te exige
y anda mendigando
El problema no es
repetir el ayer
como fórmula para salvarse.
El problema no es jugar a darse
El problema no es de ocasión
El problema señor
sigue siendo sembrar amor.

El problema no es
de quien vino y se fue o viceversa
El problema no es
de los niños que ostentan papás
El problema no es
de quien saca cuenta y recuenta
y a su bolsillo
suma lo que resta
El problema no es de la moda mundial
ni de que haya tan mala memoria
El problema no queda en la gloria
ni en que falten tesón y sudor
El problema señor
sigue siendo sembrar amor

El problema no es
despeñarse en abismos de ensueño
porque hoy no llegó
al futuro sangrado de ayer
El problema no es
que el tiempo sentencie extravío
cuando hay juventudes
soñando desvíos
El problema no es
darle un hacha al dolor
y hacer leña con todo y la palma
El problema vital es el alma
El problema es de resurrección
El problema señor
será siempre
sembrar amor.

Jo Grass dijo...

Querida Yolanda, cuanta verdad suscriben tus palabras, a pesar de los cambios que se han producido en los últimos años. He viajado por tu país más que por el mío. El trabajo y la vida me ha llevado en infinidad de ocasiones durante un largo periodo de tiempo. He de decirte que la visión del "camajan" no difiere mucho y, entiendo perfectamente tu sensación permanente de abuso.

Un abrazo mediterráneo.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Jo; no es exactamente una sensación de abuso, (que sólo en imaginarme que podría ser abusada ya la cosa se pondría de otro color), ni tampoco es un estado permanente ¡qué así no se puede vivir!, pero bueno si conoces a Cuba tan bien ya sabrás a que nos referimos con el término de "cubaneo" y es esa dejadez la que me da escalofríos de soberbia por la impotencia...
Por cierto que cuando se me suban los humos de la ira o la frustración, tu blog parece un buen antídoto, muy simpático tu último post..., cariños

Yoel Rivero dijo...

Bueno, qué bueno que escribes esto, con tus palabras recordé muchas cosas que viví también en la gran playa cubana. Por varios estímulos me alojé varias veces en hoteles de varadero y sobre lo que dices puedo dar fe. Aún cuando no estaba abierto para todo el mundo el acceso, cosas como las que cuentas pasaban con los cubanos que ibamos a ellos, pase una semana en el "Sol y mar" y fue la mejor experiencia turística de mi vida, los trabajadores del hotel nos trataron como al resto de los huespedes, teniendo en cuenta que eramos la única familia de cubanos que estaba en esos momentos en la instalación, tendría que escribir un artículo mucho más extenso que el tuyo para contarte lo bien que nos fue todo. Por el contario, experimenté esas mismas cosas en "El oasis" y en "Villa la mar" todos los trabajadores se deshacían en atenciones con los turistas foraneos y a los cubanos los asumían como huespedes impuestos con las mismas cosas que explicas. Me preocupa mucho que, aún cuando el valor de estos hoteles que hoy solo es para cubanos que están muy por encima de la media en cuanto a ingresos, los trabajadores del turismo no den el valor a sus coterraneos y no se den cuenta que a los cubanos son a los que mejor han de tratar, más allá de sus posibilidades económicas. Ya he escuchado que pretenden limitar los buffet y otros servicios porque "los cubanos dan pérdidas y no propina", y son precisamente los trabajadores de estos hoteles. espero que comprendas todo lo que digo, fue también un criterio de cliente. saludos desde Sagua Viva.

Anónimo dijo...

Joel Varadero fue una decepción mayor justamente porque le precedían experiencias en el polo turístico de Guardalavaca donde la pasé muy bien, y comprobé la gentileza y excelencia del servicio en varias ocasiones tan especiales como con mi hija mayor aún siendo un bebé pequeño.
Es lamentable la conducta de trabajadores del sector del turismo empeñados en considerarse una "casta" superior a nosotros, más cuando pagué y una suma que cualquier cubano lo piensa dos veces, (lo pensamos centenas,millares de veces antes de decidirnos)
Lo menos que se puede esperar es ser atendido si no con excelencia, al menos con respeto.
Agradezco tu opinión, saludos...

Reinaldo Cedeño Pineda (EL POLEMISTA) dijo...

Me has hecho entonar el tema Cuando a Varadero llegué....como cantó el Benny hace décadas.
Leyendo estas líneas -!qué bien escribes, mi amiga!- recordé esas semanas que beneficiaban a cientos de estudiantes de la FEU y que también aprovechaban otros, para pasearse por las arenas blancas de la playa Varadero, sus discotecas, tiendas de marcas y ciertos campos de golf.
Y ahora.... los que una vez tuvimos un Varadero, creo que tenemos lo que teníamos que tener.
Besos orientales y a mucha honra, La SosaPompa
...................

MUCHOS cubanos sólo conocen a Varadero, el de las postales y a televisión, el de la playa azul. Te acuerdas de aquella película de años atrás donde una cubana en el hotel decía que parecía que algunos nos castigaban por habernos quedado? Te imaginas a Guillén en tu lugar... qué poema hubiera hecho? Gracias por este trabajo, porque las arenas de Varadero son CUBANITAS, no arenas movedizas.

REINALDO CEDEÑO

Yolanda Molina Pérez dijo...

Con amigos como ustedes, no hace falta sicoanalista alguno para problemas de autoestima,si no supiera que esos elogios traen una inmensa carga de cariño creo que tendría que autosolicitarme audición para entrevistar a mi ego...
Es un gusto tenerlos por aquí y más aún saberlos complacidos por lo que leen.
Aimeé, en alguna carpeta de archivo tengo rodando un borrador de un trabajo sobre ti, la niña negra de mi aula, te prometo que lo desenpolvaré, es bueno tener recuerdos, al menos uno sabe que eso es imperecedero.
Cedeño: hoy comentaba con una amiga que me decía lo inconforme que están las administraciones con la tenencia de cubanos en el polo, aquí vale aquello de no hay peor cuña que la del propio palo, y si Frank Delgado dijo años atrás en una de sus canciones que si Maceo iba a entrar al Meliá se armaba otro Baraguá, no puedo imaginar la reacción de Guillén.
Y mira que yo no me inscribo entre los devotos de su obra...
Abrazos para los dos.

Anónimo dijo...

Sabes, tu articulo me trajo de repente el recuerdo , ya casi olvidado, de las peores vacaciones de mi vida.

En un hotel en varadero de la cadena Sol Melia, fue tan desagradable mi estancia alli que me retire del mismo antes de tiempo, dejando la habitacion pagada por varios dias.

El servicio era tan deplorable en los bares como en los restaurantes, incluido el mas "lujoso" llamado La Arcada.

Ahi encotre el significado real del nombre: ARCADA, pesima atencion, burlas por parte del personal con los clientes, una señora al fondo del lugar no era muy bonita que digamos, se convirtio en el "punto" de las burlas de los que alli atendia, como esta cerca de ello trate de decirles que eso no estaba bien y fue mi final, no me "pescaron" mas y practicamente me desalojaron del lugar con su indiferencia.

En el Lobby bar, un barman decadente y desagradable intentaba por todos los medios de que dieramos propinas, estabamos tan molestos que decidimos irnos del lugar, no sin escuchar detras nuestro un comentario bien desagradable, y asi hasta que decidimos marcharnos, me imagino tu frustracion como cubana, nosotros como chilenos nos sentimos tremendamente ofendido, asi que comparto tu opinion, Varadero es lindo solo en la internet.
un saludo
Wells

Yolanda Molina Pérez dijo...

Wells, experiencias como esas son lamentables y ofrecen la peor cara de Cuba, que no es la única, pero quien viene por unos pocos días y sufre un encuentro de esta naturaleza es comprensible que no busque más allá de la primera ojeada y que además de crédito a cualquier otra cosa denigrante que nos endilguen, inconcebible además porque si algo podemos presumir es de la preparación profesional y la instrucción, pero nuestra educación se ha resentido de modo que espero no sea irreparable.
Aunque no la debo no puedo hacer menos que ofrecerte disculpas por esos coterráneos indignos y groseros, bienvenido a esta blog y mis mejores deseos para Chile y su pueblo.