lunes, 3 de mayo de 2010

Para esperarte.


La señora que está en la foto cumple hoy 60 años de edad, por increíble que parezca las lágrimas de su rostro son de felicidad, la instantánea fue tomada unos meses atrás mientras escuchaba emocionada varias cartas escritas a su padre con motivo de su 90 cumpleaños, entre ellas estaba una mía y es que al no poder asistir al cumpleaños de mi abuelo tuve que contentarme con enviarle un mensaje.
Esa mujer es mi madre, además de un enorme parecido físico, heredé de ella la divisa de no preocuparse sino ocuparse, que los hijos se crían con cuidado, amor y comida, que son lo primero en la vida al margen de ambiciones profesionales.También me traigo el lastre de un temperamento colérico, habilidades culinarias...




Compartiendo con mi hermana preparativos domésticos.





Pero esa mujer si con algo ha ganado mi admiración ha sido por sus desvelos como hija, con serios problemas de salud no le queda tiempo para la autocompasión ante el desafío de mis abuelos ancianos...
También me legó un gusto por la alegría, los festejos familiares, la disciplina y el orden. Mami hoy apenas pude desearte un feliz cumpleaños por teléfono, cuando vengas a final de mes lo celebraremos acá, deseo que mis hijas puedan tomar una foto como la que preside este post cuando festejemos tus 90 mayos, que tengas la lucidez para gozar de una vejez en la cual retribuirte nuestro amor, que puedas ver crecer a tus bisnietos, que la vida te preserve con salud y energía para hacer de cada amanecer un motivo de alegría, que podamos estar mucho más tiempo juntas y que nos queden muchos más años por compartir, que te acompañen tus seres queridos, como ese hermano que te abraza y que se lleva las palmas, como el mejor tío.

Hace mucho que no estoy en familia para ninguna celebración, tampoco estaré este domingo cuando se festeje el día de las madres, otra vez me ahogaré de nostalgias, lloraré con las fotos que me traiga el correo y me reconfortaré con tu premisa de que prefieres tenernos lejos y felices, que cerca y desdichadas.
Un beso de las pinareñas que esperan ansiosas tu arribo. por esta vez esperarte es el mejor consuelo.

6 comentarios:

Lola dijo...

Que bonito Yolanda, que emotivo tu post y que admirable tu madre.
No creo que exista algo mejor que una madre en cuanto a querernos. Los padres y sobre todo las madres, quieren sin egoismos y no esperan nada por muchos sacrificios que hagan por nosotros.
Por favor, dale un beso de mi parte y dile que yo la felicito por todo lo que te ha enseñado de la vida. Un abrazo Lola

Anónimo dijo...

No se me ocurre otra cosa que decir:
Que lindo¡ que lindo cuando aun tenemos a la mama con nosotros, abrazarla y decirle cuanto la queremos.
Yo tampoco tendre a la mia este domingo, la llamare si, pero no es lo mismo.
Que Dios te bendiga a tu mama y que como tu dices, la tengas por muchos años mas.
Ah, gracias por compartir con el m undo el tuyo.
Gino.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Lola y Gino, gracias... creo que cuando alcanzamos la adultez y en la medida que nuestros hijos crecen es que realmente entendemos la magnitud de la maternidad, las pequeñas hazañas que no valoramos entonces en su justa medida, y es el momento de admitir más allá de discrepancias de adolescencia y juventud, cuánto de bueno dejaron en nosotros y que somos el resultado de ellos, otras veces lo he dicho y lo reitero me siento orgullosa de la familia que me dio origen, y lo considero un gran regalo...
Abrazos..
Gino, bienvenido.

Anónimo dijo...

Hace ya algun tiempo que te leo, llegue a tu blog desde "El Nictálope" pero nunca habia comentado en el.
Gracias por dejarme entrar en tu espacio.

Un saludo

Animal de Fondo dijo...

Querida Yoli: qué decir, sino que me reafirmo en la idea de que te ha sentado de maravilla la pausa. Creo que nunca has escrito tan bien, tan claro, tan directo, tan serenamente. Bella prosa, espléndidas fotos, una familia como hay pocas, el amor que te rodea, tus bellas hijas...
¡Gracias por compartirlo con nosotros!

Yolanda Molina Pérez dijo...

Gino acomódate y quédate a tu gusto...
Saludos...

Francisco: Espero que la próxima vez que me haga falta renovar mi estilo, lo haga en un curso tradicional de redacción. ¿no crees?
Un abrazo