jueves, 13 de octubre de 2011

El tabaco Robaina conserva el esplendor.

Recorrer la finca El Pinar siempre fue un placer y no lo es menos a pesar de la ausencia de Don Alejandro Robaina, está en cada parte y no es sólo por las numerosas fotos o artículos que a cada instante evidencia el recuerdo y cariño de sus seguidores, sino la naturalidad con se evocan sus palabras, la constante referencia a él y en especial porque el esplendor de la vega parece acrecentarse con su bendición.
Hirochi, conocido como el Príncipe del Habano, fue el nieto escogido por él para hacerse cargo de las faenas productivas, en los últimos años de vida lo tuvo a su lado y de a poco le fue desentrañando misterios del preciado cultivo y todo indica que lo hizo de buena manera, porque junto al tabaco se multiplica la presencia de plantas ornamentales, frutales y maderables, de estos últimos fueron plantados 166, uno por cada año que la familia ha permanecido explotando esas tierras.
Como si temiese que lo declarasen un usurpador a cada explicación que ofrece sobre el modo de proceder suele anteponer: “abuelo decía…” y después saca desde esa sabiduría el argumento que sustenta su quehacer, conserva la exquisitez preciosista para cada detalle, “deben ser exactamente 5 gramos de semilla por cada 20 metros cuadrados de semillero... la siembra es mejor hacerla en la tarde para que el sereno de la noche y el rocío ayuden a que la postura fije…la tierra tiene que estar lista desde julio o agosto y así incorpore la materia vegetal,…”
No niega que pertenece a otra generación y si su abuelo siempre usó sombrero él prefiere las gorras que a su juicio son mejores dentro de la plantación para evitar daños a las hojas.
“Somos de tiempos diferentes y yo no quiero ser mi abuelo, no creo que nadie pueda ser como él, pero tengo conmigo todos los secretos que me contó y es un honor que me escogiera para ser continuador de una tradición que viene desde mis bisabuelos”
Se afana no sólo en seguir sus pasos sino en obtener mejores resultados productivos, justamente como la manera idónea para tributarle el mejor de los homenajes.
Son los Robaina una auténtica demostración de que el cultivo del tabaco es una actividad que se sustenta básicamente en la tradición familiar y sin importar el sexo de la descendencia parece que es una atracción irresistible, las dos hijas pequeñas de Hirochi, tal vez por curiosidad o por genuino interés desafiaron el implacable sol del mediodía para asistir al inicio de la siembra de la campaña 2011-2012 y hasta quisieron hacer su pequeño aporte.
Rigor en las normas técnicas, protección del suelo, empleo de métodos ecológicos y un seguimiento minucioso a cada paso, tanto en el tiempo como en el modo de hacerse, son legados de Robaina que rigen los derroteros de El Pinar, donde en cualquier parte se le puede recordar, pero el quehacer diario se encarga de mantenerlo vivo.

5 comentarios:

Animal de Fondo dijo...

Siempre me encantaron tus crónicas sobre D. Alejandro y me alegro de que su finca siga adelante. Y creo que nunca te dije que a mí también me gustaba llevar manga larga en Cuba. Una vez te leí que él lo hacía porque era presumido. En mi caso, yo trataba de explicarle al calor que no me dejaría vencer fácilmente.
Un abrazo, Yolanda. Qué gusto da leerte y saber que estás ahí.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Francisco si me contaste lo de las mangas largas, y suele suceder que la ausencia física de personas a las que se les profesa un gran afecto, como es el caso; si están indisolublemente ligadas a algún lugar pues vuelven ese sitio insoportable, sin embargo creo la naturalidad y el respeto con que se evoca a "El Viejo" hacen que no sea así y siento un gran respeto por eso y por el empeño que tienen en mantener su nombre en lo más alto y asociado a lo mejor del tabaco cubano...
También es bueno saberte por aquí.

Lola dijo...

Que bonita entrada, Yolanda. Que homenaje a este señor Lobaina y al tabaco. Mi padre siempre fumaba puros habanos, después de comer, siempre uno. ¿Serían acaso de la finca del Sr. Lobaina?...
Un gran abrazo Lola

Stultifer dijo...

Quien sube y baja e el que avanza. Te concedemos el prestigioso galardón al MEJOR BLOG DEL DÍA correspondiente al lunes 31 de octubre de 2011 en No sin mi cámara por los contenidos y matices de tu blog. Saludos cordiales desde Málaga.
Puedes colgar el Premio voluntariamente en tu blog.
Ya formas parte de la Orden del Stultifer de Oro. Ahora, si te animas, tienes que fotografiar una escalera y nos la envías a edusiete@gmail.com y la publicamos inventándonos una historia.

Rogelio Córdova dijo...

Robaina, Querida, Robaina. Acá los venden caros, y cuando puedo lo fumo, sino, me fumo el José Lamadrid Piedra, de Vuelta Arriba, Santa Clara.