viernes, 12 de septiembre de 2008

Miradas

 
Posted by Picasa

Esta imagen muestra el rostro de un niño que viajaba en un carro con un equipo de prensa, los reporteros le ofrecieron un "aventón" a su familia, que era una de las tantas que se evacuaba del poblado Sanguily, al norte del municipio La Palma en la provincia Pinar del Río, al parecer Gustav a su paso inauguró una autopista para huracanes en el occidente cubano, pues Ike transitó casi por la misma ruta que su antecesor, el pequeño preguntaba insistentemente por su perrito, ajeno a la magnitud de otras pérdidas que eran posibles en ese momento, la humedad de sus ojos no era la mayor preocupación de su madre, ponerlo a salvo era una urgencia mayor, pero ¿olvidará él esos instantes?.
En el Sanguily las cosas no llegaron a mayores,la población había sido puesta a salvo,se evacuaron más de 7000 personas en menos de 2 horas, estas han sido jornadas muy díficiles y seguirán siéndolo...
Al día siguiente del paso de Gustav, estábamos sin fluido eléctrico en casa, debía de ir hasta el periódico a redactar una información sobre la magnitud de los daños en las redes energéticas y la estrategia a seguir por la empresa eléctrica en la provincia para el restablecimiento del servicio, una avería ¡inoportunísima! en el fogón de balón nos dejó cocinando con el humeante, lento y NEGRO carbón (las féminas saben el por qué del énfasis) y salí de casa sintiéndome la mar de infeliz y desdichada, mi esposo quedó batallando con la hornilla, era mi primera salida después del huracán, y al llegar al trabajo empiezo a ver fotos traídas por mis colegas, la que a continuación muestro captada por el lente de Santiago Calero, me hizo ver la simplicidad de mi problema, la tristeza de ese hombre me hendió más allá de los que sus ojos hubiesen podido mirarme o sus palabras contarme, son esas pupilas opacas y llorosas el verdadero desastre.
Hoy escribía en un comentario en la blog de Maykel y le decía que me asustan las miradas, la de este palaceño me dio la magnitud exacta de los males a que nos enfrentábamos, más que los materiales, la huella del miedo, de sabernos a merced de estos fenómenos, caló hondo. Y siempre que salvemos la vida será una suerte, ¿pero cuántas veces madre natura puede marcarnos a su antojo un nuevo punto de partida?
 

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me dejan sin habla las imágenes, lamento lo sucedido, pero eso nos demuestra que ante la Natura....somos nada....

Pero Cuba se pondrá de pie....


un abrazo,


María José

Yolanda Molina Pérez dijo...

Gracias amiga, ya estamos de pie en plena recuperación, pero hay tanto por hacer que tardarán días, semanas, meses hasta que la vida nos parezca que ha vuelto a su normalidad, al menos el tiempo para que los árboles que quedaron en pie vistan de verde la desnudez de sus troncos deshojados y el paisaje no nos recuerde la brutalidad de la naturaleza,
un abrazo

Joselu dijo...

Asisto desolado a las noticias sobre el efecto de los huracanes en la isla de Cuba. Nos sentimos cercanos a vosotros. Más a una voz como la tuya, generosa y cordial, que me llega a lo más profundo de mi corazón. Gracias por tus palabras amables, más en estos momentos en que lo estáis pasando tan mal. Aunque sé que, como dice María José, Cuba se levantará y cantará alegre al mundo como sabe hacerlo. Te enlazo, recibe un fuerte abrazo desde España.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Joselu, gracias por tu solidaridad y esa certeza de volver a vernos erguidos...costará mucho esfuerzo pero ya algo se hace, un abrazo...

Joselu dijo...

¡Cómo me gusta sentirme cercano a Cuba! Tus palabras son un pasadizo que me llevan hasta allí. Seguimos en contacto.