lunes, 12 de enero de 2009

Con Dios o sin él.

Desde el pasado día 8 vengo siguiendo un post publicado por Joselu referente a una campaña de publicidad que pregona slogans sobre la existencia o no de Dios, en la red hay otras informaciones que abordan la polémica suscitada por estas publicidades, si la entrada es fantástica por sí misma el debate creado a su alrededor es aún mejor, más de medio centenar de opiniones vertidas a tal efecto sazonan el texto.
La primera vez que llegué tuve dificultades para publicar mi opinión y después he preferido permanecer en la sombra disfrutando de ese diálogo, pero la FE es uno de los conceptos a los que regreso una y otra vez en mi vida.
No me gusta Dios, al menos entendido como ese ser omnipotente, omnipresente que todo lo ve, todo lo sabe y todo lo puede, estoy más predispuesta a ver aterrizar un dragón alado en mi azotea, que a tener una experiencia confirmatoria de esa Divinidad, prefiero la idea mística de hadas, duendes, elfos, espíritus...
Aún así, si le confiero el beneficio de la duda, incluso el de la aceptación tengo el problema de que posee uno de los mayores defectos que conozco: es un mal padre, porque le concedemos a nuestros hijos la libertad de acción ¿pero si equivocan el camino y tuviésemos poderes ilimitados que haríamos con ellos?.
El otro problema que se me presenta con ese Señor es que no entiendo como si somos hechos a su imagen y semejanza el género humano acumula tantos defectos, ¿qué hay con los asesinos, pederastas, violadores, ladrones, infieles, proxenetas, explotadores, traficantes... ellos están excluidos del género humano? ¿Hoy peco mañana me confieso una par de rezos y estoy exonerada? esa cuenta no me parece justa.
Si fuese a creer en algo sobre natural sería politeísta me agrada el panteón Griego y sus versiones, dioses con defectos y virtudes, incluso soy más propensa a aceptar las crueldades de las deidades de las culturas amerindias, pero ese todo en uno, no acaba de resultarme creíble.
Una amiga católica apostólica y romana como ella misma se enuncia, admite sin pelos en la lengua que la Iglesia Católica es la institución más dialéctica que existe supo llevar a Dios de un trono que estaba en el cielo a la inconsistencia y la NADA.
Mis criterios no tienen la voluntad de cuestionar las creencias de otros pues creo en la fe como sustento de vida, es preciso que creamos en algo para poder sostener en esa fuerza la esperanza, cada quién escoge a qué o en quién deposita su energía, de qué fuente va a nutrir sus fuerzas para el acto transitorio y efímero de la vida, y si Dios le vale, pues adelante.
Me gusta Dios como recurso lingüístico, y más de una vez lo quito de mis textos aunque reconozco "sonaría bien", si alguna vez se me va, no crean que es un acto de hipocresía o resultado de una conversión, (ofrezco mis disculpas pero no creo en la fe de los conversos)
Si Dios existe y es tan bueno como se dice, tan poderoso como lo pintan, es el tipo más ineficiente que conozco, porque este mundo necesita de gente buena que con poderes ilimitados ponga orden en este planeta, no me valen las profecías de armagedon y holocausto, el que es bueno porque sí, obra bien y no se aguanta.
Con Dios o sin Dios yo quiero un mundo mejor donde no haga falta pregonar teorías o ideologías, donde se viva sobre la base del derecho, el respeto y la paz, un mundo sin niños masacrados en guerras, muertos de hambre ante el abandono de los poderosos o tratados como mercancía de recambio de piezas de repuesto o satisfacción sexual, con Dios o sin él, es preciso que los hombres entendamos que estamos aquí para hacer nuestro destino, que cada día cuenta, cada palabra pesa, cada gesto es definitivo y no hay regresión, con Dios o sin él, pongo mi Fe en los mortales y ofrezco mis manos, mi fuerza, mi espíritu, mi cuerpo y mi voluntad para hacer un canto por la justicia y el amor, no roguemos nos concedan lo que nosotros mismos podemos hacer, con Dios o sin él ¿cuál es la diferencia?

7 comentarios:

Yoel Rivero dijo...

Yolanda, realmente estoy en total concordancia con sus criterios en este artículos, en muchas oportunidades he tenido la intención de publicar al respecto, pero la línea de mi blog tal vez me ha frenado un poco, pero aún así muy pronto tendré en "Sagua Viva" un trabajo sobre el tema dirigido específicamente la la visión del habitante de mi ciudad y como se ha formado en la fe cristiana y en las deidades africanas. Dios fue, es y será, a mi criterio, una justificación para todo lo que los hombres quieran imponerle a otros hombres, lo que en la mayoría de los casos se va del plano espiritual y penetra en los terrenos más fangosos de la vida humana.
Hace poco llegue al sitio argentino "Un café con Dios", que me pareció un exquisito uso de su irónica existencia, se lo recomiendo.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Yoel es genial tomar un café con Dios justo en medio de un bar.
En cuanto a las suciedades que se hacen en nombre del Señor el fango es casi químicamente puro, si algo me gusta a mí de la fe de los cubanos es que no se asume mayoritariamente desde posiciones de fanatismo, el cubano cree en un macromundo espiritual pero lo acomoda muy bien a sus necesidades prácticas, se ajusta a la mayoría la frase con que el Padre Gaztelu censuró a Lezama porque este dijo que era católico a su manera y el párroco le ripostó que es una manera de no serlo, el sincretismo ¿místico espiritual?, de nuestra isla tiene sus puntos en pico pero es más una meseta y predomina la tolerancia, así lo veo desde mi prisma.
Alguna vez investigué sobre santería y espiritismo,fue una experiencia increíble ahora pienso que era muy joven para tamizar con la serenidad y exactitud necesaria todo lo que obtuve, me queda pendiente volver sobre el tema en 15 años lo que aprendí aquella vez ya puede haber caducado y ahora tal vez serían otras mis conclusiones, saludos, estaré esperando por ese trabajo que me anunciaste y tengo pendiente una visita a Sagua, porque un pueblo tan amado por sus hijos debe ser realmente especial.

Joselu dijo...

Yolanda, gracias por hacerte eco y añadir tus reflexiones sobre esa figura tan proteica que es la de dios. Sin duda, ha levantado polémica desde muchos ángulos diferentes. Tu aportas la religiosidad sincrética cubana, que tiene raíces africanas. Es un mundo que me cae lejano. Por aquí se ve en algún santuario dedicado a algún santo restos de esa santería a que haces referencia, pero el conjunto de la sociedad es bastante descreída en la práctica. El post sobre Probablemente no existe dios ha dado lugar a interesantes reflexiones. Yo estoy más cerca del budismo que de cualquier otra religión. Ateo y budista son perfectamente compatibles. Un cordial saludo.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Joselu, sin duda el budismo es una de las fe menos agresivas y más beneficiosas para los practicantes, yo no estoy cerca de ninguna, soy la representación de un refrán " me acuerdo de San Pedro cuando truena", mi interés en la santería y el espiritismo tiene que ver con la fascinación que siento por el dominio de las artes adivinatorias, en ese mundo hay muchos farsantes, pero he visto que hay personas que realmente poseen ese don, ¿de dónde viene, cómo lo logran? es algo que sus respuestas no satisface en mí.
Ahora mismo si tuviese tiempo disponible me gustaría retomar todo lo que hice en aquel entonces y buscar más, quedará entre las cosas que quiero hacer, lamentablemente.
Es un gusto hacerme eco de tus post, siempre provocadores, saludos

Maritza Bueno dijo...

Un saludo afectuoso a todos!

Preguntarse sobre la existencia de dios, nos entretiene pero no nos conduce a ningun lugar. Es como subirse a un carrusel. Los que dicen sí, giraran hacia la derecha, los que dicen no, a la izquierda. Pura entretención llena de palabras y argumentos pero nada mas.

No soy creyente, ni pertenezco a ninguna asociación religiosa. Sin ser budista, porque no creo en los "ismos", hace ya un tiempo me hice la misma pregunta que se hizo Buda: ¿Cual es la causa del sufrimiento? y ¿puedo erradicar de mí, la raiz del sufrimiento?. Si queremos un mundo mejor, hemos de mejorar lo mas cercano que somos nosotros mismos. Envez de buscar respuestas afuera, buscarlas dentro de nosotros.

Nuestra mente es un instrumento que nos puede servir para bien o para mal. Una mente limpia de odio, resentimiento, agresividad, miedo, creencias, dependencia, apegos, egoismo, nacionalismo (me he dado cuenta que todos los "ismos" nos separan) etc. será una mente sana capaz de mejores ideas que nos conducirán a mejores accciones en bien propio y de los demás sin hacer excepciones.

Somos a la vez maestro y alumno de nosotros mismos. Nadie puede ser maestro de nadie y es peligroso e inefectivo seguir a alguien. Cada cual ha de trabajar individualmente en este proyecto de liberación personal y los resultados han de verse convertidos en acción.

La causa del sufrimiento es sencillamente el apego a lo que creemos bueno y el rechazo a lo que creemos malo. Es posible disfrutar de lo bueno sin sentir que si eso desaparece de nuestra vida, seremos miserables. También es posible no estar de acuerdo con algo sin sentir la necesidad de insultar, agredir y perder la cordura que no nos conduce a nada. Tampoco quiere decir cruzarse de brazos, todo lo contrario es actuar inteligentemente con ecuanimidad.

Así como ejercitamos el cuerpo, necesitamos ejercitar la mente y para ambas cosas hay que dedicar tiempo. ¿Cuantos estamos dispuestos a sacar tiempo para ambas cosas? Los que sacamos ese tiempo dejando de dormir un poco, porque las horas del día ya la temos llena, podemos ver los resultados.

Si nosotros cambiamos, nuestro alrededor cambia. Tiene que haber una revolución interior continua , porque de lo contrario de nada sirve todos los cambios que hagamos en la sociedad, sino están sustentados por una mente incorrompible.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Maritza, tienen sus palabras la sabiduría serena que ofrecen los años y la lucidez fruto de la experiencia, nada que añadir como no sea que es un placer saberla por aquí, saludos Yolanda

El peregrino dijo...

Dios es un tan nombre prostituído...
Prefiero ante Él andar a tientas, despacito y quedo, sin mayores certezas que la luz del corazón. No sé si Dios exista (aunque lo creo. Saber es distinto a creer), pero si existe, debe ser alguien muy bueno y muy humano. Uno que se pone apasionadamente de nuestro lado, que comprende nuestras crisis y nuestras dudas. Que está muerto de risa viendo los carteles esos que dicen: 'despreocúpate' y pensando: tienen razón.
Orestes, en el drama de Sartre, Las Moscas, le grita a Júpiter: "me creaste libre, oh Júpiter, y cada hombre debe inventar su camino". Si Dios existe, ésa debe ser su voluntad. Otro ser supremo, no me interesa.
Buen blog. Saludos desde Bogotá, COL.